El término Pablo tiene diversas acepciones, siendo una de las más conocidas su uso como nombre propio de origen hebreo, que significa "pequeño" o "humilde".
Sin embargo, en el lenguaje coloquial, la expresión ¡Guarda, Pablo! se utiliza para alertar sobre un peligro inminente.
Esta combinación de significados refleja tanto la importancia del nombre en la cultura como su uso en situaciones cotidianas para transmitir precaución.