El término pajuzo proviene del árabe y se refiere a la paja que está a medio pudrir, comúnmente desechada de los pesebres.
Esta acepción se utiliza especialmente en la región de Aragón, donde el concepto se relaciona con la agricultura y la ganadería.
La paja, en este contexto, tiene un papel importante en el manejo de los animales y en la fertilización del suelo, reflejando prácticas tradicionales de la zona.