El término palmero tiene dos acepciones principales.
En primer lugar, se refiere al peregrino que viajaba a Tierra Santa y traía una palma como símbolo de su romería.
Esta tradición representa la devoción y el sacrificio de quienes buscan un contacto espiritual.
En segundo lugar, un palmero es también aquella persona encargada de cuidar las palmas, plantas que son apreciadas tanto por su belleza como por su importancia en diversas culturas.