Pandora, en el ámbito musical, se refiere a un instrumento de cuerda pulsada que guarda una estrecha relación con la mandolina tanto en su forma como en su sonido, aunque presenta características propias que lo distinguen.
Originario de Europa, este instrumento alcanzó una notable popularidad durante los siglos XVI y XVII, siendo especialmente apreciado en la música renacentista y barroca por su capacidad para producir melodías dulces y armonías ricas.
La estructura de la pandora se compone de una caja de resonancia plana y un mástil largo, sobre el cual se disponen las cuerdas que pueden variar en número.
Su ejecución se realiza mediante el punteo de las cuerdas con los dedos o con un plectro, técnica que permite al intérprete explorar una amplia gama de expresiones musicales. A pesar de su similitud con la mandolina, la pandora posee un timbre y una sonoridad distintiva que la hacen única.
Con el paso del tiempo, la pandora fue gradualmente desplazada por otros instrumentos de cuerda más modernos y versátiles, lo que llevó a su declive en términos de popularidad y uso. Sin embargo, aún hoy es valorada por músicos especializados en repertorios antiguos y por aquellos interesados en la recuperación y ejecución de música histórica.
Etimología u origen de la palabra pandora: proviene del latín pandura, especie de laúd.