f. Viernes como preparativo del sábado entre los judíos. Por excelencia, el Viernes Santo en que murió Cristo que era la preparación para la Pascua.
Parasceve, proveniente del griego παρασκευή (paraskevḗ), que significa preparación, es un término que ha trascendido su origen para adquirir un significado profundo dentro de las tradiciones religiosas, especialmente en el judaísmo y el cristianismo.
En su uso más antiguo, se refiere al viernes, día dedicado a la preparación del sábado o shabat, que es el día sagrado de descanso para los judíos. Esta preparación implica una serie de actividades destinadas a honrar el shabat, como la limpieza del hogar, la preparación de comidas especiales y la realización de rituales religiosos específicos.
Con el tiempo, el término parasceve ha adquirido una connotación particularmente solemne en el contexto cristiano, refiriéndose específicamente al Viernes Santo.
Este día conmemora la crucifixión y muerte de Jesucristo, siendo considerado un momento de profunda reflexión y veneración en la fe cristiana.
La parasceve cristiana, por tanto, no solo implica una preparación física sino también espiritual, marcando el inicio de las celebraciones de la Pascua, la festividad más importante del cristianismo que celebra la resurrección de Cristo.
La dualidad del término refleja así dos dimensiones importantes dentro de las tradiciones judeocristianas: por un lado, la observancia y respeto por las prácticas rituales que preparan para el shabat judío; y por otro, la conmemoración del sacrificio de Cristo como acto supremo de amor y redención en el cristianismo.
En ambos casos, la parasceve simboliza un tiempo de preparación y reflexión espiritual profunda, marcando momentos significativos en el calendario litúrgico de ambas religiones.
Etimología u origen de la palabra parasceve: proviene del latín Parasceve, y éste del gr. preparación.