El término pardear se refiere a la acción de que un color pardo sobresalga o predomine en un objeto o en un entorno.
Este verbo evoca la idea de una tonalidad que se asemeja a los matices de la tierra o de ciertos animales, y su uso puede aplicarse tanto a descripciones visuales como a contextos más poéticos.
Así, pardear no solo describe un color, sino también una sensación de calidez y naturalidad en lo que se observa.