El término particularista se refiere a una postura que se centra en lo específico o en lo particular, especialmente en contextos teológicos.
En su acepción más histórica, designa a aquellos herejes que sostenían la creencia de que Jesucristo murió exclusivamente por los predestinados, es decir, por un grupo selecto de personas.
Esta visión contrasta con ideas más universales sobre la salvación, destacando la importancia de la exclusividad en su doctrina.