El término paso de gallina se utiliza en un contexto figurativo y familiar para describir una diligencia insuficiente o un esfuerzo que no es suficiente para alcanzar un objetivo.
Esta expresión evoca la imagen de un gallo que avanza con pasos pequeños y titubeantes, simbolizando la falta de determinación o la lentitud en la acción.
Es una forma coloquial de señalar que alguien no está haciendo lo necesario para lograr un intento.