El término paso lento se refiere a una marcha que se caracteriza por su ritmo pausado, alcanzando aproximadamente 76 pasos por minuto.
Cada uno de estos pasos tiene una longitud de 55 cm, lo que implica un movimiento tranquilo y controlado.
Este concepto puede aplicarse en diversos contextos, desde la caminata cotidiana hasta actividades más específicas donde se requiere un ritmo más sosegado.