m. Bol., Cuba. Planta de tallo herbáceo, con largas y anchas hojas que recogen y filtran en el tronco el agua de la lluvia, la cual, mediante un pinchazo, puede beber el viajero.
También se la conoce como platanillo, patujú y heliconia.
Nombre científico: Heliconia rostrata.
El patajú es una planta característica de las regiones tropicales de América, donde crece en ambientes húmedos y soleados. Su tallo herbáceo puede alcanzar alturas considerables y presenta una estructura similar a la de un banano. Las hojas del patajú son largas y anchas, de un intenso color verde, y tienen la capacidad de recoger y filtrar el agua de la lluvia a través de canales ubicados en el tronco. Esta característica hace que el patajú sea especialmente útil para los viajeros sedientos que se encuentren en zonas remotas donde el agua escasea.
Además de su función como fuente de agua potable en situaciones de necesidad, el patajú también es apreciado por su belleza ornamental. Sus hojas grandes y exuberantes, así como sus llamativas flores, lo convierten en una planta popular en jardines y paisajes tropicales. Las flores del patajú son de un intenso color rojo y naranja, con una forma similar a la de un colibrí. Estas flores son polinizadas por aves y mariposas, lo que contribuye a la reproducción de la planta.
El patajú es conocido por diversos nombres en diferentes regiones. En Bolivia se le conoce como platanillo, en Cuba como patujú, y su nombre científico es Heliconia rostrata. Esta planta pertenece a la familia de las heliconiáceas, que incluye varias especies de plantas tropicales similares en apariencia. El patajú es un símbolo de la belleza y exuberancia de la naturaleza tropical, y su presencia añade un toque de color y vitalidad a los paisajes donde crece.