La patente de corso es un documento oficial que otorga un Gobierno a un particular, permitiéndole llevar a cabo acciones de corsario contra los enemigos de la nación.
Este permiso legaliza la captura de barcos y bienes de los adversarios, convirtiendo al corsario en un agente autorizado de la guerra marítima.
Así, la patente de corso se convierte en una herramienta estratégica en conflictos navales, regulando la actividad de quienes luchan en nombre del Estado.