Patrick Buchanan es una destacada figura política en los Estados Unidos, perteneciente al ala paleoconservadora del conservadurismo americano.
Ha participado en campañas presidenciales y ha ocupado cargos importantes en la Casa Blanca, siendo reconocido por su labor como redactor de discursos para presidentes como Richard Nixon y Ronald Reagan.
Actualmente, se desempeña como columnista, analista político y presidente de la Fundación Causa Americana.
Aunque se autodenomina simplemente "conservador", su postura se aleja de la corriente principal.
Biografía de Patrick Buchanan
Patrick ("Pat") Buchanan (2 de noviembre de 1938) es una figura política en los EE.UU., del ala paleoconservadora del conservadurismo americano. Hizo campaña dos veces para la nominación presidencial del Partido Republicano de EE.UU., y fue el candidato del Partido Reformista de EE.UU. en 2000. Ahora es columnista en muchos medios, analista político de MSNBC, presidente de la Fundación Causa Americana y editor de The American Conservative.
Educado como periodista, se convirtió en el primer asistente a tiempo completo de Richard Nixon en la campaña de 1966. Sirvió en la Casa Blanca de Nixon de 1966 a 1974, y fue director de comunicaciones de Ronald Reagan de 1985 a 1987. Fue el principal redactor de discursos de Reagan y asistió a cuatro cumbres, incluida la histórica apertura de Nixon a China en 1972, y la cumbre de Ronald Reagan en Reykjavik en 1986 con Mikhail Gorbachev.
Tiende a llamarse a sí mismo simplemente "conservador", pero está fuera de la corriente principal.
Post-Reagan
Dejando la Casa Blanca, calificó al Presidente George H. W. Bush en las primarias republicanas, ganando en New Hampshire.
Volver al periodismo
Después de 1974, volvió al periodismo y a la política ocasional, incluyendo el primero de los paneles de discusión: El Grupo McLaughlin de NBC, y la Pandilla Capital y Fuego Cruzado de CNN.
Elecciones de 1996 y 2000
Ciertamente en este período, cualquiera que sea su ideología, fue capaz de aprovechar una cantidad sustancial de descontento electoral. En el 2000 Buchanan se presentó como candidato del Partido Reformista de EE.UU., y en 1996 Pat Choate se presentó como candidato de la cabaña de Ross Perot. En 1999, fue descrito como un "hacedor de reyes" por el intento de Rhw 100 de construir una coalición de izquierda-derecha-centro. Choate trabajó con Bay Buchanan y Lenora Fulani, una figura de la izquierda. Dijo "El improbable trío se unió en la creencia de que el acuerdo de los miembros del partido sobre el nacionalismo económico puede superar sus desacuerdos sobre cuestiones sociales como el aborto y los derechos de los homosexuales". En 2000, el Partido de la Reforma de EE.UU., formado por H. Ross Perot en 1992, se dividió, siendo Buchanan el candidato presidencial de una facción. Su principal estratega era su hermana Bay Buchanan, una activista conservadora; Peter Gemma era un asistente superior.
Muchos partidarios de Al Gore, como Jesse Jackson, veían a Buchanan como un aguafiestas, quitándole votos a sus candidatos.
Alegaciones de racismo
Aunque no hay duda de que es un nativista, y quiere limitar la inmigración y la dependencia del comercio exterior, se ha visto envuelto en acusaciones y contraargumentos de racismo, que él niega. A propósito de la inmigración, Pat Choate escribió un libro de posición en 2004 sobre la dependencia de los EE.UU. de fuentes extranjeras
En una columna de 1990, Jacob Weisberg escribió sobre los problemas de Buchanan con los judíos. "No habla de reducir a los judíos, ni de estar harto de oír hablar del Holocausto. Si ha expresado sentimientos negativos sobre los judíos en el pasado, no son los mismos que su colega de la National Review", Joe Sobran, a quien Weisberg llama antisemita.
Weisberg encuentra que el argumento más fuerte contra Buchanan es su aparente afecto por el fascismo. Incluso póstumamente, defiende la cepa falangista de Francisco Franco, el "soldado-patriota" de España, y Antonio Salazar de Portugal. En la variedad alemana, la actitud de Buchanan es más equívoca. En 1977 escribió: "Aunque Hitler era en realidad racista y antisemita hasta la médula, un hombre que sin escrúpulos podía cometer asesinatos y genocidios, era también un individuo de gran valor, un soldado de la Gran Guerra, un organizador político de primer orden, un líder impregnado de la historia de Europa, que poseía poderes oratorios que podían asombrar incluso a quienes le despreciaban. Pero el éxito de Hitler no se basó sólo en sus extraordinarios dones. Su genio fue un sentido intuitivo de la debilidad, los defectos de carácter, la debilidad disfrazada de moralidad que estaba en los corazones de los estadistas que se interpusieron en su camino. A.M. Rosenthal del New York Times escribió una opinión basada en el comentario de Buchanan del 14 de septiembre de 1990, sobre el "Grupo McLauglin", de que los dos únicos grupos que tocaban los tambores de la guerra en Oriente Medio eran "el Ministerio de Defensa israelí y su rincón amén en los Estados Unidos", Rosenthal acusó a Buchanan de "calumnia de sangre" de que "los judíos no son como nosotros, sino que son otros, con lealtades alienígenas por las que sacrificarán las vidas de los americanos". La columna de Rosenthal era hiperbólica y sin fundamento. La acusación de doble lealtad - discutiblemente implícita por el comentario de Buchanan sobre la esquina del amén - está lejos del odio fanático a los judíos connotizado por el término calumnia de sangre, literalmente la acusación de que la sangre de los niños cristianos se usa para hacer matzoh".
Weisberg encontró que "La visión del mundo entero de Buchanan es profundamente perturbadora. Sus instintos son poderosamente autoritarios y antidemocráticos, y, en un sentido distinto, fascistas. Un estado mental conspirativo y un sentido equivocado de lealtad llevan a Buchanan a ver el mundo en términos de eternas luchas entre católicos y judíos, conservadores y liberales, anticomunistas y comunistas, americanos y antiamericanos. Estas opiniones deberían ser motivo de alarma, tanto si la persona que las sostiene es antisemita como si no". Weisberg las ve como arraigadas en el nacionalismo americano de los años 30 del Padre Charles Coughlin y Charles Lindbergh. Los sellos de esta tradición son un feroz y no selectivo anticomunismo, una animosidad hacia Gran Bretaña y una excéntrica obsesión por la amenaza del "internacionalismo judío".
Las primeras columnas sindicadas de Buchanan, según Weisberg, se hacen eco de estas obsesiones. En 1975 atacó la infame resolución de las Naciones Unidas que equiparaba el sionismo con el racismo. Pero culpó a los "intelectuales e internacionalistas occidentales, muchos de ellos judíos". La culpa fue en parte de ellos, escribió, porque los judíos apoyaron la idea de la ONU en primer lugar. Intentando sacar a relucir esta supuesta ironía en otra obra, criticó "a la intelectualidad americana, una parte significativa de la cual es judía y ávidamente pro-israelí". Esto se hace eco de Coughlin, en cuyo léxico "intelectual" e "internacionalista" no sólo eran palabras clave sino también sinónimos tanto para los judíos como para los liberales seculares.
En marzo de 2008, Buchanan escribió que Barack Obama había guardado silencio cuando su ministro, Jeremiah White, había hecho acusaciones de racismo blanco. "Barack dice que necesitamos tener una conversación sobre la raza en América. Me parece justo. Pero esta vez, tiene que ser una conversación de dos vías. La América blanca necesita que se le escuche, no sólo que se le dé un sermón". La Liga Antidifamación desafió su aparición en un programa de radio, "Pozo negro político" para promover su libro, Churchill, Hitler, y la guerra innecesaria: Cómo Gran Bretaña perdió su imperio y Occidente perdió el mundo, un programa presentado por el director ejecutivo de la ADL, Abraham Foxman, el supremacista blanco James Edwards. Foxman dijo: "No es como si lo hubiera hecho por accidente,.... "Cualquiera que hubiera investigado la naturaleza de este programa se habría dado cuenta de que es una salida para el racismo, el antisemitismo y el odio."
Anteriormente, la ADL lo describió como un racista, antisemita, anti-israelí y anti-inmigrante. En un tiempo fue un influyente miembro del personal de las administraciones Nixon y Reagan, Buchanan ha escrito varios libros y artículos que se centran en el declive de la civilización occidental debido a lo que él se refiere como la "invasión" de los inmigrantes no europeos en los Estados Unidos y Europa." ADL también cita a Buchanan diciendo: "Nos acusan de antisemitismo... La verdad es que los que lanzan estas acusaciones albergan un 'apego apasionado' a una nación que no es la nuestra que les hace subordinar los intereses de su propio país y actuar bajo la suposición de que, de alguna manera, lo que es bueno para Israel es bueno para América".
