El término pegadillo tiene dos acepciones principales.
En su primera acepción, se refiere a algo que está pegado o adherido.
Sin embargo, en un contexto más coloquial y figurado, se utiliza para describir a un hombre pesado en la conversación, alguien que resulta molesto o incómodo en sus interacciones.
Esta segunda acepción, conocida como pegadillo de mal de madre, resalta la incomodidad que puede generar una charla interminable y tediosa.