La palabra pegata se utiliza en el ámbito familiar para referirse a un engaño que tiene como objetivo estafar o burlar a alguien en un asunto específico.
Este término refleja una situación en la que una persona es manipulada o llevada a creer en algo falso, lo que puede resultar en consecuencias negativas para la víctima.
Así, la pegata se convierte en un recurso deshonesto que afecta la confianza y las relaciones interpersonales.