La palabra pelaza tiene dos acepciones principales.
En su forma adjetiva, se refiere a la paja pelaza, un tipo de paja que se caracteriza por su textura y apariencia.
Como sustantivo, se utiliza para designar la pelazga, que es un término relacionado con la paja o el forraje.
Ambas acepciones reflejan el uso de este material en contextos agrícolas y rurales, destacando su importancia en la alimentación animal y en la construcción.