La palabra peliforra se utiliza en un contexto familiar y coloquial para referirse a una ramera, es decir, a una mujer que se dedica a la prostitución y que obtiene beneficios económicos a través de su cuerpo.
Este término refleja una visión particular de la sexualidad y las relaciones humanas, y su uso puede variar según el contexto cultural y social en el que se emplee.