La palabra pellada tiene varias acepciones en el ámbito de la construcción y el lenguaje coloquial.
En su sentido más técnico, se refiere a la porción de yeso o argamasa que un peón de albañil sostiene para pasar al oficial que trabaja.
También se utiliza en expresiones como no dar pellada, que indica que una obra de albañilería está parada, o en un sentido figurado, para señalar que la ejecución de un proyecto está suspensa.