En la antigüedad, vejiga llena de aire y cubierta con cuero, que también se empleaba para el juego.
En el pasado, en España e Italia durante los siglos XV y XVI, una pelota de viento era una pelota vacía que se inflaba con aire a presión y podía rebotar al chocar con fuerza contra un objeto sólido.
Estas pelotas se utilizaban comúnmente para jugar diferentes juegos de pelota.
Hoy en día, aunque muchas pelotas todavía se inflan con aire, se les llama simplemente pelotas, sin hacer referencia al método de fabricación utilizado.