El término peludillo se utiliza en Bolivia para referirse a un compadrito o a un sujeto que se comporta de manera fanfarrona.
Esta palabra evoca una imagen de alguien que busca llamar la atención, a menudo con actitudes exageradas o presuntuosas.
En este contexto, el peludillo puede ser visto como un personaje que se destaca por su forma de ser, a menudo provocando tanto admiración como desdén entre quienes lo rodean.