El término pendón y caldera se refiere a un privilegio otorgado por los reyes de Castilla a los nobles durante épocas de guerra.
El pendón era un estandarte que simbolizaba la capacidad de reclutar tropas, mientras que la caldera representaba el compromiso de financiar a esos soldados.
Juntos, estos elementos reflejan la importancia de la lealtad y el apoyo militar en la sociedad castellana de la época.
Privilegio que los reyes concedían a los ricos hombres de Castilla cuando en épocas de guerra acudían en su socorro con sus gentes. Consistía en poseer como divisa propia un pendón o estandarte como señal de que podían levantar gente, y la caldera significando que la mantenían a su costa.