El término pepito se utiliza en el lenguaje coloquial de países como Colombia, Panamá y Venezuela para referirse a un joven que se comporta de manera inmadura o superficial, a menudo asociado con actitudes de lechuza, pisaverde o petimetre.
Esta acepción refleja una crítica hacia aquellos que se preocupan más por las apariencias que por la sustancia, destacando un rasgo cultural en la percepción de la juventud en estas regiones.