El percebe es un crustáceo marino de la subclase Cirripedia, con un caparazón compuesto por placas calcáreas y un pedúnculo carnoso que le permite fijarse a los peñascos en las costas.
Se agrupa en colonias y es apreciado como alimento.
Su morfología peculiar y su estilo de vida sésil lo hacen único en su especie, resistiendo las embestidas del mar en zonas intermareales.
El percebe (Pollicipes pollicipes) es un crustáceo marino que pertenece a la subclase Cirripedia, caracterizado por su peculiar morfología y su modo de vida sésil.
Su caparazón está formado por placas calcáreas que le proporcionan protección, mientras que su pedúnculo flexible y resistente le permite adherirse firmemente a las rocas en zonas intermareales, donde las olas rompen con fuerza.
Estos organismos suelen encontrarse en agrupaciones densas, formando colonias que pueden cubrir amplias superficies rocosas.
Su distribución geográfica abarca principalmente las costas atlánticas de Europa y África, siendo especialmente abundantes en regiones como Galicia (España) y el norte de Portugal.
El percebe es muy apreciado en la gastronomía, especialmente en la cocina gallega, donde se considera un manjar debido a su sabor intenso y marino.
Su recolección, conocida como "percebeira", es una actividad arriesgada que requiere habilidad y valentía, ya que los recolectores deben enfrentarse a las peligrosas olas y acantilados para obtener este preciado crustáceo.
Además de su valor culinario, los percebes también son objeto de estudio científico debido a sus adaptaciones únicas al entorno intermareal y su interesante ciclo de vida, que incluye una fase larval planctónica antes de asentarse definitivamente en las rocas.