La expresión "petrus in cunctis" proviene del latín y se utiliza para referirse a una persona que se entromete en asuntos ajenos.
Este término se emplea de manera despectiva, sugiriendo que quien actúa así no respeta los límites de los demás.
La frase evoca la imagen de un individuo que, sin ser invitado, se inmiscuye en situaciones que no le conciernen, generando incomodidad y conflicto en su entorno.