Picio es una expresión popular que se utiliza para referirse a una persona extremadamente fea.
Esta expresión tiene su origen en la historia de Francisco Picio, un zapatero de Alhendín, Granada, España, a finales del siglo XIX y principios del XX.
Se desconocen los detalles exactos de su crimen, pero estuvo condenado a muerte.
Sin embargo, justo antes de que se llevara a cabo la sentencia, se le comunicó que su condena había sido anulada.
La frase "más feo que Picio" se ha mantenido en el lenguaje popular para describir a alguien con una apariencia poco atractiva.
n. p. (Más feo que Picio), expr. fig. y fam. Se aplica la persona extraordinariamente fea.
Esta referencia tiene sus raíces al final del siglo XIX y principios del XX, cuando Francisco Picio, un zapatero oriundo del pueblo de Alhendín en Granada, España, fue sentenciado a muerte.
Los detalles específicos del crimen por el que fue acusado son inciertos, pero se enfrentó a la pena capital hasta que, justo antes de que se le aplicara su sentencia, le informaron que su condena había sido revocada.
Por lo tanto, Picio fue liberado, sin embargo, la experiencia traumática de haber estado tan cerca del final provocó una drástica transformación física en él.
Perdió todo su cabello, incluido el de la cabeza y las cejas, y comenzó a desarrollar protuberancias y quistes en la cara y la cabeza que alteraron su apariencia de manera horrible.
Ejemplos de uso: "No soy superficial, pero tengo que admitir que ella es más fea que Picio"
"Cuando me levanto por la mañana, antes de asearme y peinarme, me siento más feo que Picio".