La palabra picuda tiene dos acepciones en el contexto cubano.
En primer lugar, se refiere a un pez similar a la aguja, caracterizado por sus manchas negras; aunque es comestible, puede provocar ciguatera, una intoxicación alimentaria.
En segundo lugar, designa una especie de cometón de forma romboidal.
Ambas definiciones reflejan la riqueza de la fauna y la cultura culinaria de Cuba.