La piedra de cachimba es un término que se utiliza en Cuba para referirse a una roca de color blanquecino, caracterizada por su suavidad, lo que permite que se pueda labrar fácilmente con un cortaplumas.
Esta piedra es apreciada por su maleabilidad y se asocia a diversas prácticas artesanales en la región.
Su singularidad la convierte en un material interesante dentro del contexto cultural cubano.