El término pinturero o pinturera se utiliza en un contexto familiar para describir a aquellas personas que se comportan de manera ostentosa, mostrando un alarde de su apariencia física o su elegancia.
Este adjetivo resalta una actitud que puede ser percibida como superficial, ya que se centra en la vanidad y el deseo de impresionar a los demás.
Así, quienes son catalogados de esta manera suelen buscar la atención por su aspecto.