El término planador se refiere a un oficial de platero que utiliza un martillo para aplanar la vajilla y las piedras lisas, asegurando que estas tengan una superficie uniforme.
Además, también designa a aquel que se encarga de aplanar y pulir las planchas destinadas al grabado, un proceso esencial en la creación de obras artísticas y decorativas.
En ambas acepciones, el planador juega un papel crucial en la elaboración de objetos finos y detallados.