La plenitud se refiere a la totalidad, estar completo y tener todas las partes necesarias.
También implica abundancia, tener una gran cantidad o variedad de algo.
Además, se relaciona con el completo desarrollo, alcanzar un estado de madurez y desarrollo completo a nivel personal y profesional.
Alcanzar la plenitud implica satisfacción, tener todo lo necesario y llegar a la máxima expresión de facultades y habilidades.
Ejemplos de uso incluyen alcanzar la plenitud en la carrera profesional, disfrutar de la plenitud de flores en un jardín y adquirir la plenitud de conocimiento en un campo de estudio.
Esta acepción se refiere a la condición de estar completo o tener todas las partes o elementos necesarios. Se refiere a alcanzar un estado de plenitud en el cual no falta nada.
Ejemplos de uso: "Después de años de dedicación, finalmente alcanzó la plenitud en su carrera profesional".
"La plenitud de emociones que sentí al ver a mi hijo nacer fue indescriptible".
Esta acepción se refiere a la condición de tener una gran cantidad o variedad de algo. Implica una satisfacción completa y una sensación de tener todo lo necesario.
Ejemplos de uso: "El jardín estaba en plenitud de flores, lleno de colores y fragancias".
"Durante la celebración navideña, vivimos la plenitud de comida y felicidad en compañía de nuestros seres queridos".
fig. Completo desarrollo.
Esta acepción se refiere al proceso de alcanzar un estado de madurez o desarrollo completo, tanto a nivel personal como profesional. Implica llegar a la plenitud de todas las facultades y habilidades.
Ejemplos de uso: "Con el paso de los años, adquirió la plenitud de conocimiento y sabiduría en su campo de estudio".
"La bailarina principal del ballet ha llegado a su plenitud artística, mostrando una técnica y expresión impecables en cada actuación".
Origen etimológico de plenitud: proviene de la palabra latina plenitudo
Segundo diccionario: plenitud
Origen de la palabra: (latín plenitüdo.)
f. Totalidad, calidad de pleno.
Abundancia o exceso de un humor en el cuerpo.
—de los tiempos. Época de la Encarnación del Verbo divino, así llamada porque con ella se cumplieron los vaticinios de la ley antigua, que la anunciaban. Ver: plenitud de los tiempos