El término pobre voluntario se refiere a aquella persona que, de manera intencionada, decide renunciar a todas sus posesiones materiales.
Este concepto es común entre los religiosos que eligen vivir en pobreza como parte de su compromiso espiritual, adoptando un estilo de vida que prioriza valores como la solidaridad y la humildad.
Esta elección refleja una profunda convicción y un deseo de dedicarse a causas mayores.