La palabra pocilga se refiere, en su primera acepción, a un establo destinado a los cerdos, donde estos animales son criados y alimentados.
Sin embargo, en un sentido más figurado y coloquial, se utiliza para describir un lugar extremadamente sucio o desordenado, evocando la imagen de un espacio descuidado y poco higiénico.
Así, "pocilga" abarca tanto un contexto rural como una crítica a la falta de limpieza en ambientes cotidianos.