El término podridero se refiere a un lugar específico donde se coloca algo con la intención de que se pudra.
Este concepto está relacionado con el proceso de descomposición, donde los materiales orgánicos se desintegran naturalmente.
En su esencia, un podridero es un espacio destinado a la degradación, ya sea para facilitar la reciclaje de residuos o para otros fines relacionados con la gestión de desechos.