El término polir se refiere a la acción de alisar o dar lustre a un objeto, mejorando su apariencia y suavidad.
Aunque esta acepción es considerada anticuada y está en desuso, su significado original se relaciona con el cuidado y la perfección de superficies, ya sea en metales, madera u otros materiales.
Así, pulir implica un proceso de refinamiento que resalta la belleza y calidad del objeto tratado.