• « Tanto Groenlandia como la Antártida, siempre heladas y hostiles, reservan innumerables datos que harían no sólo comprender mejor el pasado terrestre sino, lo que siempre busca el sueño más querido de los hombres: adivinar el porvenir, por lo menos en lo que a contaminación y "expectativa de vida" del aire se refiere. »