La posesión violenta se refiere a una situación en la que una persona adquiere o mantiene el control sobre un bien o propiedad mediante el uso de la fuerza.
Esta forma de posesión es considerada ilícita y contraria a la ley, ya que implica la coacción o la agresión hacia otra persona.
Es importante entender este concepto en el contexto de la posesión, ya que su naturaleza viciada afecta tanto los derechos de los individuos como el orden social.