El término postillón se refiere a un mozo que desempeñaba un papel crucial en el transporte de correo y pasajeros en épocas pasadas.
Este individuo montaba a caballo, guiando a los que viajaban en posta o en una diligencia, asegurando así la continuidad del viaje.
Su labor era fundamental para mantener la comunicación y el movimiento entre distintas localidades, convirtiéndose en una figura emblemática del transporte de antaño.