La palabra potrilla se refiere, en su acepción más común, a una yegua joven que aún no ha alcanzado la madurez.
Sin embargo, en un sentido más figurado y familiar, se utiliza para describir a un viejo que, a pesar de su edad, muestra un espíritu juvenil y una energía sorprendente.
Esta dualidad en su significado resalta la vitalidad y el carácter que puede tener una persona mayor, desafiando las expectativas asociadas a la vejez.