El término prasma se refiere a una variedad de ágata que se caracteriza por su distintivo color verde obscuro.
Esta piedra semipreciosa es apreciada no solo por su belleza, sino también por su uso en la joyería y la ornamentación.
Su tonalidad profunda y su textura única la convierten en un material valorado en diversas culturas, simbolizando a menudo la naturaleza y la tranquilidad.