El término prelado doméstico se refiere a un eclesiástico que forma parte de la familia del papa.
Este título implica una cercanía especial con la alta jerarquía de la Iglesia, así como un papel en la administración y en las ceremonias religiosas.
Los prelados domésticos son figuras que, además de su función espiritual, pueden desempeñar roles importantes en el ámbito social y cultural dentro de la comunidad católica.