El presente histórico es una figura retórica que consiste en usar el presente del indicativo para relatar hechos pasados, lo que aporta vivacidad y cercanía a la narración.
Se emplea en textos literarios y narrativos para dar mayor impacto a la historia contada.
Por ejemplo, en vez de decir "Cervantes escribió Don Quijote", se puede usar el presente histórico y decir "En ese año Cervantes escribe Don Quijote", creando la sensación de que el autor está escribiendo en ese momento.
En lingüística y retórica, se conoce como presente histórico, presente dramático o presente narrativo al uso del tiempo presente al relatar hechos que ocurrieron en el pasado.
El presente histórico es una figura retórica que consiste en utilizar el presente del indicativo para narrar hechos pasados. Se utiliza principalmente en textos literarios y narrativos para darle mayor vivacidad y cercanía a la historia que se está contando.
Por ejemplo, en lugar de decir "Cervantes escribió Don Quijote", se podría utilizar el presente histórico y decir "En ese año Cervantes escribe Don Quijote", lo cual da la sensación de que el autor está escribiendo en ese mismo momento.
Otro ejemplo: "El 15 de abril de 1912 se hunde el Titanic".
Es importante destacar que el presente histórico no debe confundirse con el presente de actualidad, que se utiliza para hablar de hechos que están ocurriendo en el momento en que se habla.
El presente histórico no solo se utiliza para brindar un efecto de inmediatez en la narrativa, sino que también puede usarse para universalizar una acción o acontecimiento específico, es decir, para sugerir que un hecho del pasado es disfrutado por todas las generaciones y no solo por aquellas que lo vivieron en su momento.
Otra utilidad del presente histórico es que permite al narrador dar una sensación de objetividad en la narración, como si los hechos se estuvieran desarrollando en tiempo real ante sus ojos. Además, puede funcionar para dar prioridad a la acción, más que al personaje o a la descripción del entorno.
En cuanto a su uso en la literatura, escritores de la talla de Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa han utilizado esta figura retórica con gran maestría, confiriendo a sus narraciones un efecto de vivencia inigualable.
Uso del presente histórico en otros idiomas
Este recurso se utiliza ampliamente al escribir sobre historia en latín (donde a veces se le conoce como praesens historicum) y en algunas lenguas europeas modernas.
En inglés, se emplea principalmente en crónicas históricas al enumerar una serie de acontecimientos.
Uso del presente histórico en ficciones
También se utiliza en la ficción, especialmente para transmitir noticias relevantes o en conversaciones cotidianas. Generalmente, se considera que aumenta la intensidad dramática de la narrativa al describir los eventos como si aún estuvieran ocurriendo o al resaltar algunos eventos en relación con otros.
Algunas novelas escritas enteramente en presente histórico incluyen Rabbit, Run de John Updike, Wolf Hall de Hilary Mantel y The Handmaid's Tale de Margaret Atwood.
Al describir obras de ficción, se acostumbra presentar los resúmenes de las historias en tiempo presente en lugar de tiempo pasado.
En cualquier punto de la trama, existen un presente, un pasado y un futuro, por lo que si algún evento mencionado en la historia es pasado, presente o futuro, cambiará a medida que la historia avance.
Por lo tanto, la descripción de la trama se presenta como si el presente de la historia fuera un continuo.
Por ejemplo, al resumir la trama de Historia de dos ciudades se puede escribir: "Manette está obsesionado con hacer zapatos, un oficio que aprendió mientras estaba en prisión".