El término pretor se refiere a un magistrado de la antigua Roma que desempeñaba funciones judiciales.
Este cargo era fundamental en el sistema legal romano, ya que los pretors eran responsables de administrar justicia y supervisar los juicios.
Su papel incluía la interpretación de las leyes y la resolución de disputas, lo que los convertía en figuras clave en la vida pública y legal de la sociedad romana.