La prevención de las caries es fundamental para mantener una higiene bucal adecuada y evitar problemas dentales.
Una de las medidas más efectivas es el cepillado dental después de cada comida, o en su defecto, enjuagarse la boca con agua para eliminar los hidratos de carbono que se adhieren a los dientes.
Además, una dieta equilibrada y nutritiva juega un papel crucial en la salud dental, contribuyendo al crecimiento y desarrollo de los dientes, lo que ayuda a combatir la caries.
prevención de las caries
Medida preventiva de suma importancia en la higiene bucal es el cepillado dental inmediatamente después de las comidas. Si ello no es posible, debe enjuagarse la boca con agua para diluir los hidratos de carbono adheridos a los dientes. Algunos dentífricos preparados con sustancias preventivas, como compuestos amónicos o penicilina, pueden disminuir el peligro de la caries. El verdadero valor de estos preparados, sin embargo, no será conocido hasta que se hayan realizado ulteriores investigaciones.
Otra importante medida preventiva consiste en regular la dieta de carbohidratos. Una dieta nutritiva bien equilibrada coadyuva a combatir la caries. A pesar de ser incompleto nuestro conocimiento acerca de la relación existente entre la nutrición y esta enfermedad, tiene gran importancia en el crecimiento y desarrollo de los dientes una dieta infantil bien equilibrada. Aunque este equilibrio dietético no vaya acompañado de una disminución del mal, resulta de gran valor preventivo la reducción en el consumo de azúcares.
El flúor, elemento químico simple, se utiliza en la prevención de la caries en forma de fluoruro, sustancia que puede añadirse al agua potable o aplicarse directamente a los dientes.
El descubrimiento de los efectos beneficiosos del agua fluorada en los niños que vivieron sus doce primeros años en zonas que poseían este tipo de agua ha conducido recientemente a amplias investigaciones conducentes a determinar si la adición de fluoruro al agua potable exenta de él puede deparar resultados análogos. Como las pruebas han sido positivas, numerosas ciudades incorporan ahora esta sustancia a sus aguas.
Ha dado también magnífico resultado la aplicación en los dientes nuevos de los niños de un 2 % de fluoruro de sodio. El fluoruro, depositado en la superficie del esmalte, aumenta la inmunidad. Al cabo de cuatro o seis tratamientos se ha observado una reducción del 40 % en la formación de caries.
Para reducir o corregir la caries antes de que asuma proporciones irreparables son aconsejables los tratamientos profilácticos (raspado y pulido) dentales, si se estima oportuno, y el reconocimiento radiográfico cada medio año. Véase Higiene bucal.