El término primichón se refiere a una madejuela de seda torcida, que se utiliza en el arte del bordado, especialmente en la imaginería.
Esta técnica es fundamental para dar vida y detalle a las obras, permitiendo que los bordados resalten en la creación de figuras religiosas y decorativas.
La calidad y el acabado del primichón son esenciales para lograr un trabajo artístico de gran belleza y precisión.