La prisión de Estado se refiere a un tipo de cárcel destinada específicamente a los reos que han cometido delitos relacionados con el Estado, como traición o corrupción.
Este concepto implica que los prisioneros son considerados una amenaza para la seguridad nacional o el orden público.
La prisión de Estado puede diferir de las cárceles comunes, ya que su enfoque está en la protección del sistema político y social.