La prisión de menor es una medida de privación de libertad aplicada a jóvenes que han cometido delitos, con una duración que varía entre seis meses y seis años.
Este tipo de prisión busca no solo castigar, sino también rehabilitar al infractor, considerando su edad y la posibilidad de reintegrarse a la sociedad.
Es importante entender este concepto en el contexto más amplio de la justicia juvenil y sus objetivos.