La producción de azufre ha sido históricamente dominada por Sicilia, donde se extraía mediante métodos tradicionales hasta principios del siglo XX.
Con el tiempo, los yacimientos en Estados Unidos, especialmente en Texas y Luisiana, han cobrado importancia, gracias a la aparición de depósitos nativos y técnicas innovadoras como el método Frasch.
Este proceso permite la extracción de azufre a grandes profundidades, adaptándose a las características geológicas de la región.
producción de azufre
Hasta 1903, aproximadamente un 85 % del suministro mundial de azufre provenía de Sicilia, donde éste se extraía y purificaba por el procedimiento de los «calcaroni» y más tarde mediante los hornos regeneradores Gill, calentados por la combustión del propio azufre, ya que en la isla escasean otros combustibles.
Los principales yacimientos norteamericanos de azufre se encuentran en Texas y Luisiana. En 1951 se descubrió en la región del delta del Misisipí un rico depósito de azufre bruto nativo, forma cuya explotación es la más sencilla y barata. La región de Lacq (Francia) existen yacimientos de gas natural muy rico en azufre.
Al contrario de lo que sucede en otras localidades, los yacimientos norteamericanos de azufre de Texas y Luisiana se encuentran a gran profundidad, debajo de estratos de arena y arcilla, de modo que no pueden emplearse los métodos de extracción corrientes. En el método Frasch comúnmente utilizado se emplean tres tubos de hierro concéntricos que atraviesan las capas de arenas movedizas y alcanzan las formaciones de azufre. Por la envolvente anular exterior se inyecta agua caliente a unos 160 °C y a 10-15 atmósferas de presión. El azufre se funde al contacto con el agua caliente y como su densidad duplica a la del agua se va almacenando en el fondo de la perforación, pasa a través de los agujeros del tubo, que actúan a modo de cedazo, y penetra en la segunda cámara anular. Entonces el aire comprimido inyectado por el tubo central obliga al azufre a ascender hasta la superficie.
Aunque este procedimiento es muy sencillo en principio, su realización dio origen a numerosos problemas de ingeniería que pusieron a prueba la gran experiencia de su autor. El factor determinante de la viabilidad de este método es el coste del agua caliente, de la que al principio se necesitaban unas 14 t por cada una de azufre extraído, lo que correspondía a un rendimiento térmico de sólo un 2 %. En las explotaciones modernas hay pozos que consumen hasta 33000 t diarias de agua caliente. El descubrimiento de yacimientos importantes de petróleo y gas natural en la región del Golfo de México aseguró económicamente estas explotaciones, de las que procede actualmente casi el 90 % de la producción mundial de azufre. Para mantener estables los precios, los productores siguen la política de hacer reservas importantes de azufre que algunas veces alcanzan hasta el medio millón de toneladas.
La recuperación del azufre como subproducto de los gases de combustión de los hornos de cok, de las destilerías de petróleo, del gas natural y de otras fuentes análogas está siendo objeto de una creciente atención por parte de la industria, aunque hasta ahora haya desempeñado un papel poco importante en la economía mundial del azufre.