La producción de carbón en Europa tiene sus raíces en el plegamiento herciniano de la Era primaria, que formó montañas en regiones que hoy abarcan desde el norte de Francia hasta la República Checa.
Este proceso geológico sepultó grandes masas de helechos arborescentes, que con el tiempo se transformaron en yacimientos hulleros.
Europa se divide en tres grupos de producción: occidental, central y oriental, cada uno con características específicas de carbón y lignito.
producción de carbón en Europa
El plegamiento herciniano de fines de la Era primaria (periodos Carbonífero y Pérmico), afectó a todas las tierras que se extienden desde el N de Francia hasta República Checa. Grandes montañas, hoy desgastadas por la erosión, sepultaron inmensas masas de helechos arborescentes, de las que más tarde surgieron los yacimientos hulleros.
Se distinguen en esa gran cuenca tres grupos: occidental, constituido por Francia, Bélgica y Holanda, y muy escasa proporción de lignito; el central, constituido por Alemania, de hulla-antracita y de lignito; y el oriental, integrado por Polonia y Rep. Checa, con de hulla y lignito. Unos y otros grupos se enlazan, desde la cuenca francesa de los departamentos del Norte y Paso de Calais hasta las cuencas polacas, a través de la belga del Sambre y Mosa, la holandesa del Limburgo, las alemanas del Sarre, Aquisgran, Rhur, Silesia y Sajonia y las polacas de Silesia y la Meseta de Cracovia.
La producción francesa es cuantiosa. Además de la zona septentrional, en los departamentos citados, tiene cuencas hulleras de menor extensión en el Macizo Central, el Mosela, los Vosgos, Carmans, La Vendée y otros puntos aislados. Bélgica es el país más netamente hullero del mundo; el carbón ha provocado un prodigioso desarrollo industrial en el pequeño país flamenco-valón. La cuenca meridional sigue los cursos del Mosa (depósitos de Mons, La Louviére y Charleroi) y del Sambre (Lieja). Otra cuenca menor, pero importante por sus existencias de carbón coquificable, es la de La Campine, que se extiende hasta las proximidades de Amberes. Holanda, produce su carbón en las cuencas de Peel y del Limburgo meridional, que sirven de unión con la alemana de Aquisgran, verdadera avanzadilla de la gigantesca cuenca del Ruhr. La pérdida de Silesia y parte de Sajonia ha reducido la producción alemana, que tiene en el Sarre una cuenca de carbones muy variados, y en el Ruhr el fundamento de su poderosa industria metalúrgica y química. Primera cuenca de Europa, la región del Ruhr presenta todas las calidades y el carbón. La cuenca de Sajonia queda dentro de Alemania y casi toda Silesia ha pasado a poder de Polonia o Rep. Checa, que deben a ella su extraordinaria importancia carbonífera, especialmente el país del Vístula. La Meseta de Tarnowitz es la otra cuenca polaca. Rep. Checa tiene la cuenca hullera de Ostrova-Karviná y la lignitífera de Most, aparte de otras más secundarias, como las de Boskovice, Rosice, Pilsen y Kladno.
Rusia es un gran productor mundial de carbón. Sus reservas son inmensas y los depósitos hulleros están bien repartidos, desde Moscú y Ucrania hasta la Península de Kamchatka. Las dos grandes cuencas son las del Donetz (afluente del Don) en Ucrania, la más antigua en explotación, y la de Kuznetsk en Asia, hoy de mayor riqueza, con más variedad y calidad de carbones y que ha promovido un fuerte desarrollo industrial en toda la región. Cuencas de menor importancia son las de Moscú, del río Petchora y de los Urales medio (Perm) en Europa y las de Karaganda e isla de Sakhalin (o Karafuto) en Asia.
Para ningún país representó tanto el carbón en su desarrollo económico como para Gran Bretaña, donde el carbón surge por todas partes y ha sido el fundamento no sólo de su industria sino también de su comercio y del desarrollo de su marina mercante. Las condiciones geológicas son excelentes, la variedad enorme, la proximidad al mar una gran ventaja y la coincidencia con minerales ferríferos un acicate poderoso para el desarrollo de su siderurgia. Siete grandes cuencas existen en las Islas Británicas: la de Escocia, de importante función exportadora; la del noreste (Northumberland y Durham) que ha desarrollado una siderurgia potente; la de Cumberland al NO de Inglaterra; la del este (North Staffordshire); la de los Middlans, la más antigua pero ya en decadencia; y la del País de Gales, que es la más netamente comercial. Bastante más modesta es la del Lancashire, que ha desarrollado la industria textil. Pozos menores hay en Kent y en Irlanda (Ballycastle, Goal Islands y Kilkenny). Del carácter superficial de la explotación antigua se ha pasado a minas profundas, algunas de las cuales descienden hasta más de 1000 metros.
Aparte las tres grandes zonas hulleras citadas se produce carbón en Europa en dos zonas: la mediterránea, en la que destaca España y en mucha menor escala Italia y Portugal; y la danubiana con Hungría, Serbia, Montenegro, Bulgaria, Rumania y Austria. Esta zona es mucho más importante en la producción de lignito, con fuerte cantidad en Hungría, Yugoslavia, Bulgaria, Austria y Rumania y mucho más escasa en Grecia. El N de Europa es muy pobre en carbón: sólo Suecia y las islas Spitzberg tienen algo de hulla y Dinamarca lignito.