La palabra profusamente se utiliza como un adverbio que indica una acción realizada con exceso o en gran cantidad.
Este término sugiere una abundancia notable, ya sea en la decoración, como en el caso de los símbolos que adornan profusamente los templos religiosos, o en situaciones más dramáticas, como cuando alguien sangra profusamente por la cabeza.
En ambos casos, la idea de profusión es clave para entender el contexto.