El término propiedades del azufre se refiere a las características físicas y químicas de este elemento.
El azufre es un sólido frágil, de color amarillo, que no tiene sabor ni olor, y es casi insoluble en agua.
Su estructura molecular se compone de anillos de ocho átomos, formando cristales que pueden presentarse en diferentes formas alotrópicas.
Estas propiedades hacen del azufre un elemento fascinante en la química y la industria.
propiedades del azufre
El azufre es un sólido frágil, de color amarillo, insípido, inodoro y prácticamente insoluble en agua. Su peso atómico es 32,06 y su número atómico 16. En sulfuro de carbono da soluciones de las que cristaliza en forma de cristales de azufre rómbico color amarillo limón, parecidos a los del diamante. Esta forma alotrópica es estable por debajo de los 95,5 °C y es la única que se encuentra en estado nativo. La molécula del azufre rómbico o corriente está constituida por un anillo de ocho átomos de azufre, S8, que es la unidad estructural de su red cristalina espacial. El azufre rómbico funde hacia los 113 °C produciendo un líquido fluido, de color pajizo, que por enfriamiento lento cristaliza en largas agujas de otra forma alotrópica del azufre, el monoclínico o prismático, que funde a 120 °C y que también se compone de molécula oc-toatómicas, pero dispuestas de manera diferente. Enfriando rápidamente el azufre fundido por debajo de los 95,5 °C, que es la temperatura crítica de transformación y por encima de la cual sólo es estable la forma monoclínica, vuelve a obtenerse la rómbica. Si el enfriamiento es muy brusco, como sucede al verter el azufre fundido sobre agua fría, se forma una masa parda, plástica y no cristalina que se denomina azufre amorfo. Esta forma se hace dura y frágil con el tiempo al convertirse lentamente en un agregado de microcristales rómbicos. Al calentar el azufre a 160-180 °C se transforma en una masa pardo rojiza con aspecto de caucho por desintegración de la molécula S8. En esta forma se le conoce con el nombre de azufre mu, Su y no es soluble en sulfuro de carbono; lo mismo que el azufre amorfo, se convierte lentamente en la forma rómbica estable a la temperatura ordinaria. El
azufre hierve a 444,6 °C y se solidifica entre 103,4 y 110,2 °C. Arde en el aire con llama azul para formar el Bióxido de azufre, SO2, y por la acción del calor se combina con muchos metales para dar los correspondientes sulfuros.