El cinc es un metal caracterizado por su estructura cristalina y un distintivo color blanco azulado.
Aunque es frágil a temperatura ambiente, al calentarse entre 100 y 150 °C se vuelve dúctil y maleable.
Este metal presenta propiedades interesantes, como su resistencia a la oxidación en aire seco y su capacidad para reaccionar con ácidos, lo que lo convierte en un material valioso en diversas aplicaciones industriales.
propiedades del cinc
El cinc es un metal de estructura cristalina y color blanco azulado, frágil a la temperatura ordinaria, pero que, calentado entre 100 y 150°C, se ablanda y se hace dúctil y maleable. A temperaturas más elevadas vuelve a ser frágil. Tiene una densidad de 7,14 a 20 °C, funde a 419,5 °C y hierve a 907 °C; su peso atómico es de 65,38 y su número atómico 30; es bastante buen conductor de la electricidad.
No es atacado por el aire seco, pero en presencia de aire húmedo se recubre pronto de una capa de carbonato básico que lo protege de la oxidación. En atmósfera de aire o de oxígeno, suficientemente calentado, arde para formar óxido de cinc. El metal puro se deja atacar lentamente por los ácidos concentrados en frío; se disuelve en el ácido sulfúrico caliente con desprendimiento de anhídrido sulfuroso y en los ácidos clorhídrico o sulfúrico diluidos libera hidrógeno gaseoso. Reacciona con el vapor de agua, produciendo óxido de cinc e hidrógeno, y con las soluciones concentradas de hidrógeno sódico para dar cincato sódico, Na2ZnCO2, e hidrógeno.